Asprocan obtiene la certificación de la huella de carbono para Plátano de Canarias

   La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátano de Canarias (Asprocan) ha obtenido la renovación de la certificación de la huella de carbono para Plátano de Canarias, concedida por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR).

Este sello de calidad sirve para constatar la «baja incidencia de emisiones de gases de efecto invernadero» durante los procesos de producción maduración, distribución y fin de vida de Plátano de Canarias exportado a la Península.

Asimismo, esta certificación, que acredita la veracidad del cálculo de las emisiones en la totalidad del proceso, constata su «baja huella» de carbono que se encuentra cifrada en 248,95 gramos de CO2 por kilogramo de plátano, lo que supone «un valor inferior» a las emisiones producidas por electrodomésticos cotidianos como un ciclo de lavadora (272,3 gramos de CO2) o un frigorífico con congelador en dos horas (274,3 gramos de CO2), según informó Asprocan en un comunicado.

Por otro lado, los resultados del estudio recogen que los procesos cuyas emisiones tienen más peso sobre la huella de carbono del Plátano de Canarias son el transporte de la fruta al mercado, que supone el 44 por ciento de las mismas, contribuyendo «en menor medida» la fabricación y transporte de materiales de embalaje, así como la fabricación y transporte de insumos, entre otros aspectos.

Al respecto, el presidente de Asprocan, Santiago Rodríguez, indicó que los «resultados positivos» alcanzados se deben principalmente a las «buenas prácticas» de cultivo del plátano en Canarias, que calificó de «altamente respetuosas con el medio ambiente.»

Asimismo, añadió, que se suma el «uso eficiente» de los recursos, a pesar de la «alta» atomización de las pequeñas producciones, así como de la logística utilizada en el transporte y la maduración.

El presidente de Asprocan resaltó que este sello de calidad «demuestra el compromiso de la totalidad» de los productores de plátano de Canarias, agrupados a través de cinco organizaciones en Asprocan, con la «calidad del producto, la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y su constante esfuerzo de mejora» en el sector. Además, dijo, de apoyar la responsabilidad ambiental de los consumidores que eligen el producto.

Respecto al cálculo de emisiones de todo el proceso productivo, apuntó que permitirá consolidar acciones para su reducción, así como para adelantarse a los cambios normativos europeos e internacionales, asegurando la continuidad de esta actividad productiva de «primordial importancia» para Canarias tanto desde el punto de vista económico como social.

HUELLA DE CARBONO

Por otra parte, en relación a la huella de carbono indican que es una herramienta que permite medir los gases de efecto invernadero asociados al ciclo de vida de un producto, desde la extracción de las materias primas, pasando por el procesamiento, el transporte y conservación, hasta las etapas de uso y final de vida útil.

Así, su certificación por una tercera parte independiente como AENOR, acredita que la información proporcionada «es veraz y fiable, lo que supone un elemento más» de diferenciación del Plátano de Canarias frente a sus competidores.

Para la medición de la huella de carbono de Plátano de Canarias se ha utilizado el ‘GHG Protocol’ (‘GreenHouse Gases Protocol’), estándar a nivel mundial que permite cuantificar y reportar el ciclo de vida de producto.

El estudio ha supuesto realizar un inventario de emisiones en las diferentes etapas del proceso de producción, de tal forma que en la etapa de campo se constató que la mayor parte de las operaciones que se realizan sobre el cultivo de la platanera se efectúan de forma manual, por lo que «no genera emisiones» salvo en el caso de la fabricación y transporte de insumos, consumo de energía para el funcionamiento de los equipos y emisiones derivadas de la aplicación de fertilizantes.

En cuanto a la etapa de acondicionamiento, las emisiones provienen del consumo de electricidad en las instalaciones, de la fabricación y transporte de los materiales de embalaje utilizados, de tal forma que durante la fase de distribución y maduración, las emisiones se originan en el consumo de combustible durante el traslado de la fruta de las islas a Península, así como en la reposición de gases refrigerantes y en la maduración de la fruta.

Por último, en la etapa de uso y fin de vida se tuvo en cuenta el consumo de combustible de vehículos durante el transporte de residuos al gestor y las emisiones durante el fin de vida de los residuos del producto.

Asprocan reúne a los más de 8.000 agricultores y 9.000 hectáreas de cultivo en Tenerife, La Palma, Gran Canaria, El Hierro, La Gomera y Lanzarote. La producción platanera genera más de 12.000 empleos directos e indirectos en las islas y su transporte a Península genera una reducción de más de un 5 por ciento en los costes de importación de productos a las islas.

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